Desde el año 1981 se acepta universalmente el uso de la monoterapia al iniciar un tratamiento antiepiléptico. Con el establecimiento de los niveles plasmáticos de los fármacos, se facilitó el desarrollo de la monoterapia y la comprensión de la farmacocinética de los antiepilépticos.
Ventajas de la monoterapia
- Mejor tolerabilidad.
- Mejor control de las crisis por mayor eficacia del fármaco.
- Menos efectos secundarios.
- Evita interacciones con otros fármacos.
- Simplifica el tratamiento y contribuye a un mejor cumplimiento.
- Menor riesgo de teratogenicidad.
- Menor coste.
La selección del fármaco se basará fundamentalmente en:
- El tipo de crisis.
- El perfil de tolerabilidad.
- Las potenciales interacciones.
- Los factores relacionados con el paciente (edad, ocupación, comorbilidad).
Principios en el tratamiento con monoterapia
Los principios del tratamiento en monoterapia son los siguientes (Figura 1):
- Un primer fármaco (monoterapia). Si falla: Control del 60%.
- Un segundo fármaco (monoterapia). Si falla: Control del 10 % del total.
- Un tercer fármaco (monoterapia). Si falla: Control del 1-5% más.
- Dos fármacos con mecanismos diferentes. Si fallan: Control del 5% más.
- Tres fármacos o más. Si fallan: Control 1-2 % más.
- Estudio y selección para cirugía o estimulación vagal.
- Una vez establecido el diagnóstico de epilepsia, se indicará uno de los medicamentos de primera línea que se presuma eficaz para la forma clínica (Tabla 1)
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