• ¿Cómo se manifiesta la epilepsia?
    La epilepsia se manifiesta mediante crisis epilépticas que pueden tomar varias formas. Pueden aparecer como convulsiones caracterizadas por la actividad desordenada de los brazos y piernas acompañada por lo general de mordedura de lengua y emisión de orina. En el argot médico las convulsiones se denominan crisis generalizadas tónico-clónicas. En otras ocasiones aparecen de forma menos aparatosa como una falta de repuesta a estímulos durante la que la persona se queda con la mirada fija, ausente, asociándose en ocasiones movimientos automáticos (como tragar repetidamente o frotarse las manos). Estas crisis se denominan crisis parciales o focales o bien ausencias, dependiendo de las características particulares.
  • ¿Qué causa la epilepsia?
    Las crisis epilépticas pueden ser la manifestación de problemas muy variados y pueden deberse a problemas tan diversos como un tumor cerebral, una malformación, una meningitis, una conmoción cerebral causada por un golpe en la cabeza, un exceso en la toma de bebidas alcohólicas, etc. En algunos casos no se encuentra la causa de la epilepsia o es de carácter familiar.Por otro lado cualquier persona puede presentar una crisis aislada en condiciones excepcionales. Por ejemplo, la falta de sueño, el abuso de drogas estimulantes (anfetaminas, cocaína), el alcohol o la fiebre pueden todos ellos aumentar el riesgo de tener crisis. Todo depende del llamado dintel para la epilepsia. Por ejemplo, algunas personas tienen una alta resistencia para tener crisis (un alto dintel) y por más factores provocadores a las que se las pueda someter no tendrán crisis. Por el contrario, hay personas con un dintel muy bajo que facilita el que tengan crisis. Generalmente la resistencia o facilidad para tener crisis está asociada a factores hereditarios poco conocidos.
  • ¿En qué personas aparece la epilepsia?
    Las epilepsia puede aparecer a cualquier edad: desde la primera infancia hasta la ancianidad, aunque suele ser más frecuente en los dos extremos de la vida. La epilepsia no tiene prejuicios: afecta por igual a hombres y mujeres, ricos y pobres, y a personas de cualquier raza.
  • ¿Por qué se produce la epilepsia?
    Las crisis epilépticas se producen por una alteración de las células cerebrales (las neuronas) en un lugar del cerebro (crisis focales) o por una excitabilidad general del cerebro en su conjunto (crisis generalizadas). Las crisis focales suelen ser debidas a lesiones cerebrales (un tumor, una malformación o una cicatriz). Por otra parte, en las crisis generalizadas no se suele encontrar una anomalía evidente en el cerebro y posiblemente sean debidas a una anomalía en la regulación de la comunicación de las células cerebrales tal vez de causa genética.
  • ¿Cómo se diagnostica la epilepsia?
    No hay una prueba única para diagnosticar la epilepsia. De hecho lo más importante para su diagnóstico es obtener una descripción detallada de las crisis. Por ello, es fundamental ir al neurólogo acompañado de un familiar o testigo de la crisis.Una vez hecho el diagnóstico se complementa con pruebas que ayudan a detectar cual es el origen de las crisis. Las pruebas más importantes son la Tomografía Axial Computerizada (o TAC ) cerebral, la Resonancia Magnética Cerebral y el electroencefalograma. Las dos primeras son útiles para ver la estructura del cerebro y pueden detectar la presencia de tumores, cicatrices, quistes, malformaciones cerebrales, etc. Por otra parte, con el electroencefalograma se obtiene el registro de la actividad eléctrica cerebral que indica la posible excitabilidad del cerebro y la localización de esta excesiva excitabilidad. En ocasiones, es necesario el registro de las crisis epilépticas mediante un sistema de circuito cerrado de video-electroencefalograma para poder diagnosticar con seguridad la epilepsia o para poder determinar el lugar cerebral de origen de las crisis.
  • ¿Se trata la epilepsia?
    La epilepsia es una enfermedad tratable. Afortunadamente, casi dos tercios de las personas que la padecen pueden ser controladas con la medicación antiepiléptica. Sin embargo, el tercio restante que presentan crisis son resistentes a múltiples tratamientos y, en ocasiones, necesitan una operación en el cerebro para controlar las crisis. Otros tratamientos útiles para personas seleccionadas con epilepsia de difícil control son la dieta cetógena o la implantación de un marcapasos en el nervio vago.
  • ¿Qué problemas conlleva la epilepsia?
    Las personas con epilepsia, especialmente si las crisis no están bien controladas, tienen una serie de limitaciones y problemas en relación a las crisis o a la toma de medicación.
  • ¿Se puede trabajar?
    La capacidad para trabajar depende de la frecuencia de las crisis. En las epilepsias benignas (bien controladas) las personas pueden llevar a cabo cualquier actividad, aunque hay ciertas profesiones que no pueden realizar como por ejemplo ser conductor profesional, piloto, militar o policía. En las personas con crisis frecuentes las posibilidades de conseguir o mantener un empleo son escasas. Esto es en general debido, en mayor medida, a la reacción de los demás ante las crisis que al propio impedimento que suponen las mismas.
    Un problema que se plantean con frecuencia las personas con epilepsia es si necesitan declarar su epilepsia al solicitar un empleo. Muchos prefieren ocultarlo y hacerse valer en el trabajo con la esperanza de que su superior cuando se entere sopese sus probadas habilidades personales con su enfermedad. De hecho, diversos trabajos de investigación han demostrado que las personas con epilepsia tienen menos accidentes en el trabajo, faltan menos al mismo y son más “leales” a la empresa, comparados con personas sin esta enfermedad.
  • ¿Se puede adquirir un seguro médico?
    Muchos seguros médicos privados no aceptan cobertura por enfermedades preexistentes, entre ellas la epilepsia, por lo que estas personas no pueden acceder a la medicina privada.
  • ¿Se pueden tener hijos?
    Las mujeres con crisis epilépticas tienen una serie de problemas especiales. Con frecuencia expresan preocupación por el control de la natalidad, la posibilidad de que la medicación o las crisis puedan provocar malformaciones en los niños durante el embarazo, la posibilidad de que sus hijos hereden la epilepsia o el hecho de si podrán cuidar correctamente de ellos tras el nacimiento. Aunque en general el riesgo de malformaciones es bajo y hay muy pocos tipos de epilepsia hereditarios, ideas del pasado arraigadas en la población, asociadas a un desconocimiento de la enfermedad hacen que estas preocupaciones sean una fuente de sufrimiento. De hecho hay mujeres que deciden no tener hijos basándose en ideas erróneas sobre la epilepsia.

 

  • Niños en el colegio:
    Dado el desconocimiento general sobre lo que es la epilepsia, el niño con epilepsia puede sufrir una importante discriminación y rechazo por parte de profesores y compañeros. Las crisis epilépticas, especialmente las convulsiones, provocan con frecuencia “terror” en los que la observan (profesores y compañeros del niño), lo que hace que se tienda a apartar al niño de la actividad normal. Un aspecto de especial preocupación para profesores y padres es qué nivel de riesgo es aceptable para un niño con epilepsia. ¿Puede llevar una vida normal, hacer deporte, nadar, acudir a actividades extraescolares (campamentos de verano, por ejemplo)? o, por el contrario, ¿debe estar especialmente protegido? La decisión es difícil y depende en gran medida del tipo de crisis y frecuencia de las mismas. En general, es conveniente que lleve una vida lo más “normal” posible, para lo que se precisa una buena comunicación entre padres y profesores y un conocimiento de la enfermedad por ambas partes.
  • Relaciones personales:
    Indudablemente las personas con epilepsia activa tienen mayores problemas de relación que las personas normales. Esto se debe fundamentalmente al desconocimiento y miedo respecto a la enfermedad que persiste en la sociedad, por lo que una buena información levantará estas barreras
  • Conducción de vehículos:
    la ley española prohibe conducir a las personas con epilepsia activa (con crisis en el último año).
  • Seguridad en casa:
    Los accidentes domésticos son con mucha frecuencia causa de daños corporales y, en ocasiones, mortales. Las personas con epilepsia están sujetas a la posibilidad de que una crisis les perturbe la conciencia mientras están realizando cualquier tarea cotidiana por lo que el riesgo de accidentes es relativamente alto. Estas personas necesitan tomar una serie de precauciones especiales en casa: ducharse mejor que bañarse, poner barandillas en los baños, colocar en los baños puertas que se abran hacia afuera (para no bloquear la entrada de ayuda en caso de crisis), evitar las puertas de cristal, etc.
  • Deportes:
    Las personas con epilepsia no controlada pueden hacer la mayor parte de los deportes tomando las precauciones adecuadas. Lo más importante es tener sentido común y procurar no hacer deporte en solitario. La mayor parte de las personas con epilepsia pueden montar en bicicleta o a caballo, nadar, correr, jugar al fútbol etc. Indudablemente, ciertos tipos de deportes de riesgo deben de evitarse (escalada, boxeo, buceo a alta profundidad, ala-delta, etc.).

 

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PERSONAS CON EPILEPSIA

  • Toma la medicación cada día como fue prescrita por tu médico.
  • No bebas alcohol o tomes drogas
  • Ten sentido común en la práctica de los deportes.
  • Si eres mujer, habla con tu neurólogo sobre los posibles problemas que puede tener el embarazo o los anticonceptivos.

¿QUÉ HACER ANTE UNA CRISIS EPILÉPTICA CONVULSIVA?

  • Actúa con calma.
  • Protege a la persona de que se de golpes sin sujetarla excesivamente. Retira los muebles u objetos de su alrededor.
  • Afloja el cuello de la camisa
  • Pon a la persona (caída en el suelo) de medio lado.
  • Pon una almohada o ropa debajo de la cabeza para que no se dañe.
  • Espera a que se pase la crisis (lo que casi siempre ocurre en menos de cinco minutos)
  • NO pongas nada en su boca para evitar que se muerda la lengua.

¿CUÁNDO LLAMAR AL MÉDICO DE URGENCIAS?

  • Si es la primera crisis que ha tenido en su vida
  • Si se ha hecho heridas durante la crisis o se ha golpeado la cabeza
  • Si la crisis dura más de 5 minutos.
  • Si la persona está embarazada, es diabética o hipertensa.

 

Esta Guía está elaborada por el Dr. Santiago Arroyo. Miembro del Grupo de Estudio de la Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología.