CAPÍTULO 14. ORIENTACIÓN DIAGNÓSTICA DE LAS CRISIS EPILÉPTICAS EN LOS ANCIANOS

ORIENTACIÓN DIAGNÓSTICA DE LAS CRISIS EPILÉPTICAS EN LOS ANCIANOS

Definición


Aunque la edad es un tema debatido, como norma general se considera epilepsia en el anciano a aquélla que comienza en personas mayores de 65 años. Es importante destacar que se excluyen por tanto las epilepsias que se inician en edades más tempranas y continúan en este grupo de edad.

Epidemiología en los ancianos


  • Las crisis epilépticas representan sólo el 15% de todas las alteraciones cerebrales transitorias.
  • Los pacientes ancianos no son un grupo homogéneo, sino que se agrupan en diversas categorías: anciano joven (entre 65 y 74 años), anciano medio (entre 75 y 84 años) y anciano viejo (por encima de los 85 años). A su vez,
    cada una de ellas se subdivide en: anciano sano, anciano con múltiples problemas médicos y anciano dependiente (por lo general, institucionalizado en residencia).
  • En los países desarrollados, la incidencia y la prevalencia de epilepsia en el anciano es mayor que en cualquier otro grupo de edad. A los 70 y 80 años, la incidencia es el doble y el triple que en la infancia respectivamente.
  • El 25% de nuevos casos de epilepsia se diagnostican en esta edad.
  • El 70% de las crisis son de inicio focal.
  • En la tercera parte de los casos aproximadamente, la etiología es desconocida.
  • La etiología conocida más frecuente en el 40% es la patología vascular cerebral.
  • Predominan las crisis sintomáticas agudas (enfermedad cerebrovascular aguda, trastornos metabólicos, fármacos o trauma craneal) sobre las sintomáticas remotas.
  • El 30% de las crisis sintomáticas agudas se presentan como estado epiléptico.
  • La distribución por etiología de las crisis epilépticas en el anciano en los estudios poblacionales puede verse en la Tabla 1.
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