María Sueiras Gil, Rosa Rovira García-Marrón
Servicio de Neurofisiología Clínica, Hospital Universitario Vall dHebron. Barcelona
Introducción
La publicación por Hans Berger en 1929 de la obtención del primer electroencefalograma (EEG) en el hombre abrió la nuevas expectativas en el estudio de la función cerebral de una forma relativamente inocua para el paciente y con una buena relación coste-eficacia.
El EEG se ha convertido en una exploración complementaria esencial para el diagnóstico y diagnóstico diferencial de la epilepsia. Permite apoyar la sospecha clínica inicial, proporcionar datos para la clasificación de las crisis epilépticas y/o síndromes epilépticos, proporcionar información sobre la disfunción o lesión cerebral subyacente, facilitar el manejo terapéutico y/o la elección de un fármaco antiepiléptico adecuado y avanzar el pronóstico; en definitiva, contribuye a una mejora cualitativa en la atención del paciente epiléptico.
El EEG interictal convencional puede ser aparentemente normal en pacientes epilépticos, a pesar de emplear activaciones como la hiperpnea y la estimulación
luminosa intermitente. Podemos recurrir a los registros de sueño durante la siesta o tras privación de sueño, que aumentan la posibilidad de objetivar actividad epileptiforme en el EEG. En ocasiones puede ser necesaria la polisomnografía de dos noches consecutivas o la monitorización continua.Utilizando todas estas técnicas en el 90% de los pacientes afectos de epilepsia se registran anomalías paroxísticas intercríticas1. No obstante, los registros EEG de Urgencias o en casos de sensación premonitoria de crisis por parte del paciente también son de extrema utilidad.
De hecho, aunque el EEG ha prestado una inestimable ayuda al desarrollo de la epileptología, su utilidad no queda restringida a este ámbito, sino que aporta información sobre otros trastornos de la función cerebral (que pueden cursar o no cursar con crisis epilépticas), información especialmente importante en aquellos que suponen una urgencia médica, neurológica y/o neuroquirúrgica. El EEG de Urgencias contribuye en el diagnóstico en el 77% de los casos y, en los casos en los que ha contribuído al diagnóstico el tratamiento del paciente se modifica en un 46,6%2.
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FEB