Diagnóstico y actitud ante las crisis epilépticas en Urgencias

Estevo Santamarina Pérez
Servicio de Neurología, Hospital Vall d´Hebron. Barcelona

Introducción

Las crisis epilépticas suponen entre el 0,3% y el 2% de las consultas médicas en Urgencias hospitalarias. Alrededor del 25% de estos pacientes presentan
una primera crisis y requieren una evaluación detallada para determinar la causa en un corto plazo de tiempo1-3.

Una crisis epiléptica no siempre tiene la misma causa y en función de su etiología se pueden dividir en4:

  • Crisis sintomáticas agudas o provocadas, en relación estrecha con una causa aguda que produce una situación epileptógena transitoria y que, una
    vez corregida, no produce recidiva de la crisis.
  • Crisis sintomáticas tardías o remotas que se deben a lesiones estructurales del sistema nervioso central (SNC), y que una vez producidas las crisis
    tienen tendencia a recidivar.
  • Crisis espontáneas, a veces en relación con un síndrome epiléptico concreto, criptogénicas o probablemente secundarias (se supone un origen lesional
    pero no demostrado con los medios disponibles).

Cada uno de estos grupos requerirá una actuación diagnóstica y terapéutica diferente. Así, ante todo fenómeno paroxístico en Urgencias se deben llevar
a cabo los siguientes pasos:

  • Identificar si es una primera crisis o una crisis en un paciente ya conocido y diagnosticado como epiléptico. En este caso la actitud varía, y se trata
    en otro capítulo.
  • Realizar el diagnóstico diferencial de las crisis epilépticas y posteriormente intentar describir el tipo de crisis.
  • Identificar el significado de la crisis en el contexto clínico del paciente, es decir, si se trata de la manifestación de un síndrome epiléptico determinado
    y se encontrarán crisis espontáneas o, por otro lado, de la manifestación de un proceso subyacente (sintomáticas) agudo o remoto/tardío.
  • Plantear un tratamiento que incluya la enfermedad de base en caso de crisis sintomáticas, definir la necesidad de tratamiento profiláctico inmediato
    y posteriormente definir el inicio de tratamiento crónico con fármacos antiepilépticos (FAE).

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