R. González, E. Urrestarazu, J. Iriarte, P. Amaro, M. Alegre, A. Gómez, J. Artieda, C. Viteri
Unidad de Epilepsia. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona
Objetivos. La estimulación vagal es utilizada como tratamiento en epilepsia farmacorresistente. Los efectos secundarios suelen ser locales y poco frecuentes. Presentamos una paciente que tras 9 años del inicio del uso del estimulador desarrolló bradicardias y asistolias coincidiendo con cada serie de estimulaciones.
Métodos. La paciente es una mujer de 47 años. Hace 9 años le fue implantado un estimulador vagal (Cyberonics NCP 200) que funcionó sin complicaciones. Los parámetros de estimulación no han sido modificados durante los últimos 3 años. En los últimos 2 meses, a raíz de un estatus no convulsivo tratado con levetiracetam, comenzó a quejarse de episodios breves de mareo y debilidad. Fue ingresada para estudio y se le realizó un vídeo-EEG.
Resultados. Durante el vídeo-EEG no se registró ningún episodio de sensación de mareo, aunque se registraron otros dos tipos de episodios habituales en la paciente. Los episodios registrados no se acompañaron de cambios en el EEG y fueron indicativos de ser crisis parciales simples y seudocrisis, respectivamente. Revisando el ECG se comprobó que cada 5 min y 30 s se producía una bradicardia e incluso, con frecuencia, asistolias de hasta 8 s, por un bloqueo auriculoventricular completo, sin síntomas clínicos. La arritmia desapareció al detener el estimulador. La dosis de levetiracetam no fue modificada. Un mes después, la paciente confirmaba la desaparición de los episodios de mareo, persistiendo sus crisis habituales.
Conclusiones. La estimulación vagal, incluso después de años de uso y sin cambio de parámetros de estimulación, puede inducir cambios marcados en la frecuencia cardíaca.
FEB